En caso de emergencia
Lo que quiero es guarecerme en tu regazo, pringar mi piel con el sudor de tu cuerpo; colorear tus venas con mis dedos, anclar mis piernas a las tuyas como el barco que ha llegado a casa y acariciar con mis pestañas tus ojeras.
Lo que necesito es un baño en la calidez de tu mirada que se lleve la melancolía y el mal rato del día; darle una vuelta a todos los rincones del mundo en ochenta besos e iluminar con nuestra luz los callejones oscuros; esconderme entre tu cuello y tu clavícula, y dejar mis secretos debajo de tus pupilas.
Voy a columpiarme en tu sonrisa y a dormirme en tu pecho, que será siempre mi almohada favorita. Voy a sumergirme en el surco de tu espalda que es donde corre mi alegría a raudales. Voy a correr a tus brazos y me voy a quedar a vivir entre ellos un rato, como quien lejos de la orilla se aferra a su único salvavidas.