La palabra con a
¿Para quién más?
Ser el puerto que ansioso espera tu llegada y ser también el viento que, sin importar el rumbo, impulsará tus velas. Guardar en mi memoria la sensación de tu sonrisa pegada a mi piel y también la de tus manos sobre mis piernas.
Repetirte lo que siento más de mil veces, aunque ya lo sepas. Querer escribirte algo que no hayas leído nunca. Dar más de las vueltas necesarias para aprenderme la cicatriz de tu frente y la silueta de tu cuerpo completa.
Desbordar de arena nuestro reloj para tener todo el tiempo del mundo. Permitirme sentir lo que sea que me provoques, que tu risa sea el bálsamo que me cura las heridas, que desde el reflejo de tus ojos la tarde sea más bonita.
Ir a recorrer todos los rincones del mundo de tu mano. Volver a tus brazos sin que mis latidos puedan regularse. Ser pretexto para muchas cosas; que me llenes de vida la sonrisa y que mi pecho sea como la copa de vino que no toleras ver vacía.
Pedirte que no te vayas (de mí), que las noches me sepan a ti. Verte hasta con la luz apagada, que me encuentres al otro lado de la cama. Suspirar para decirle tu nombre sólo al viento. Conocernos sin dejar de querernos. Dejar todas las salidas abiertas, todas las puertas sin llave, y que, aún así, decidas quedarte.
La palabra con a es lo que siento cuando estoy contigo, es tu nombre. Eres tú.