Los días sin tu compañía
Para Martín Villalpando Camarena y
todos los que sentimos en el alma su ausencia.
Tengo días tristes en los que me llega la sensación de que despedirme de ti fue despedirme del sol. Hay días en los que la lluvia no cesa, cuando soy sólo cielos nublados y ojos llorosos. Hay días en los que me pesa el vacío y camino con los huesos rotos.
Tengo días afortunados, como cuando me visitas en sueños y no quiero despertar para llenar todas las horas con la acústica de tu voz y la armonía de tu risa. Tengo días que me recuerdan cómo me regalabas, a manos llenas, tu alegría.
Tengo días sin sentido, como cuando sigo tus huellas esperando que aparezcas y lo único que recibo como consuelo es la vista de los dibujos que dejas en el agua. Tengo días sin tu compañía cuando siento que envejece el tiempo y el calendario no avanza.
Hay días en los que siento que las horas y los tres años después de ti se resumen en lo mismo: en la guitarra que dejaste sin cuerdas y en la saudade que me donaste como fiel compañera.